La decisión

Llevo tan solo un par de meses tratando de familiarizarme con los agregadores de contenido, buscando blogs de los temas que mas me llaman la atención, cancelando mis suscripciones de correo a diversas listas de distribución y leyendo acerca de los blogs como fenómeno en Internet. Empecé por suscribirme a un agregador llamado Bloglines (www.bloglines.com) y a buscar en cada página web de mi interés el botón RSS para sindicar o redifundir contenidos, clasificados a mi gusto, hacia mi página de Bloglines. El resultado ... dejar de agobiarme cuando no podía leer todos mis correos, borrar los numerosos correos almacenados por algún tema de interés que después no podía encontrar, facilitar la búsqueda de información usando etiquetas o marcadores y, por supuesto, un poco mas de tiempo para lidiar con la avalancha de información. Seguí descubriendo el agua tibia y encontré que en algunas páginas de internet habían unos pequeños íconos con diversos nombres (digg, Technorati y del.icio.us entre otros) que al hacerles click permitían almacenar en cualquiera de ellas, una vez creada la cuenta respectiva, el link donde posteriormente podía revisar el contenido, pareciéndose a una especie de bookmark pero mas completo y sencillo, además clasificado con una etiqueta que después permita hacer una búsqueda fácil de dicho contenido. Escogí a del.icio.us (www.delicious.com). Todavía sigo buscando y sorprendiéndome con la cantidad de personas que han decidido (y desde hace bastante tiempo) divulgar información de todo tipo y en todo momento. Decidí, entonces, crear mi propio blog donde humildemente quiero mostrar lo que pienso acerca de lo que me gusta o, tan solo, lo que mas me gusta.